Hier wird’s richtig eng…

1. Oktober – Nationalfeiertag in China. Das ganze Land feiert. Und zwar einen freien Tag. Auf unsere Nachfrage im Hotel, ob es Feuerwerke und/oder Paraden geben würde, hat man uns leicht irritiert angesehen. Nein, warum?

 

Intuitiv haben wir es richtig gemacht und sind bei Sonnenschein und ca. 22, 23 Grad relativ früh Richtung Westsee gelaufen. Obwohl: Es waren schon Hunderttausende vor uns da. Doch der große Schwung sollte erst noch kommen. Wer klaustrophobe Anwandlungen hat, muss Veranstaltungen wie diesen fern bleiben. Wir waren mal im Hamburger Volkspark bei einem Spiel HSV gegen Bayern München. Das war voll. Aber verglichen mit der Uferpromenade hier in Hangzhou war das die wahre Einöde ! Die Menschen schieben sich zu Hunderttausenden um den See, fahren mit dem Boot, essen und trinken. Außer uns scheint niemand die Masse als solche zu empfinden. Das Erstaunlichste: trotz der Fülle wird nicht gedrängelt. Körperkontakt ist die absolute Ausnahme. Dafür ist es laut. Und bunt. Und alle haben ihre schönsten Klamotten angezogen. Pailletten und Strass zu früher Morgenstunde. Dazu natürlich High Heels von bis zu 15 cm Höhe. Damit laufen die Girls Stunde um Stunde am See herum. Natürlich gibt es auch reichlich Unterhaltung: Es wird chinesische Oper gesungen oder zu chinesischer Folklore Tango getanzt, Letzteres übrigens ausgesprochen gut. Während wir das Schauspiel fotografieren, merken wir natürlich immer wieder, wie wir auf irgendwelchen Smartphones landen. Einige fragen auch direkt, ob wir nicht mit Oma oder Enkel oder beiden aufs Foto kommen könnten. Machen wir natürlich. Wir gucken auch wie alle anderen in die Bäume, als Eichhörnchen herumspringen, sind interessiert an ferngesteuertem Fluggerät und frittierten Krabben. Nur irgendwann müssen wir raus aus der Menge – es ist einfach zu viel des Guten.

Allerdings ist der Rückweg über die Strasse auch nicht wesentlich entspannter. Wir sehen die Menschenmassen aus Bussen und U-Bahnen strömen, dazu das ständige Gehupe der Autos, Motorräder und Roller… Der helle Wahnsinn!

Wir schnappen uns irgendwann ein Taxi, trinken beim Nachbarn, nämlich in der Executive Lounge des J.W. Marriott Hotels im 26. Stock, eine geschmacklose Limonade und freuen uns auf den Pool in unserer Bude. Hangzhou war ganz sicher die Reise wert. Ganz anders als alles, was wir bisher in China gesehen haben, weil es diesen sehr besonderen See hier gibt und wir außerdem das mit Abstand luxuriöseste Hotel auf diesem Trip hatten. Nun sind wir langsam gespannt auf Peking! Morgen vormittag geht es mit dem Raketenzug los, halb sechs oder so sollen wir da sein…

Übrigens sind wir inzwischen ein wenig vom Weltgeschehen abgeschnitten. Erstaunlicherweise wird der Bildschirm von CNN bei bestimmten Nachrichten einfach für ein paar Minuten schwarz…

Se va a poner un poco apretado

1. de Octubre día nacional de China, todo el país festeja y es feriado. Preguntamos en el hotel, si va haber fuegos artificiales o algún desfile militar y nos contestaron simplemente, no porque!
Por intuición fuimos caminando hacia el Western Lake, hoy bien temprano con sol y 22 o 23 grados, ya había cientos de miles de chinos allí, pero el malón grande llegaría más tarde.
El que tiene o sufre claustrofobia debe evitar festejos como el de hoy. Yo estuve de joven en partidos como Boca y River y nosotros dos estuvimos en el estadio del Hamburgo en un partido entre HSV y Bayern München. Estaba todo lleno, pero comparado con el paseo a la orilla del lago en Hangzhou seria como estar en soledad. La gente camina de a cientos de miles alrededor del lago, hacen excursiones en botes, comen, beben. Fuera de nosotros, ninguno percibe la masa de gente y apesar de estar todo muy lleno y agolpado, nadie empuja, contacto con el cuerpo es la excepción aquí. Pero es ruidoso y colorido, se visten con linda ropa y las mujeres con tacos de hasta 15 cm y caminan y caminan así, alrededor del lago.
Por supuesto también eventos y espectáculos, hay cantantes de ópera, bailan folclore y tango, este último bastante bien.
Mientras nosotros todo este espectáculo fotografiamos, notamos también que nuestra imagen va a parar a algún Smartphone también, algunos nos preguntan directamente si pueden hacer una foto de nosotros con el abuelo o el tío, o de nosotros solos.
Vemos también como las ardillas que están en los árboles aterrorizadas de tanta gente, saltan de aquí para allá . También vemos un chino con un avión jet de 70 cm de largo, a control remoto, que deleita a otros con sus acrobacias y también chinos que comen cangrejo de mar empanado y frito.
Pero en un momento sentimos que es suficiente y queremos irnos fuera de tanta gente, es simplemente demasiado.
Volviendo por otra calle, no alivia demasiado, vemos las masas de gente que bajan de los buses o de las bocas del metro. Asimismo la bocina de los autos, motos y motitos. La locura absoluta!
Nos tomamos un taxi y volvemos al hotel, donde nos espera la piscina.
Valió la pena venir a Hangzhou, es muy distinto a todo lo que hasta ahora habíamos visto de China, por el lago que tiene la ciudad y por el buen hotel donde estamos, el más lujoso de todo nuestro viaje hasta ahora.
Veremos que nos espera en Beijing, mañana salimos cerca del medio día con el tren bala y estamos allí a las cinco y media en la tarde.

Kommentar verfassen

Deine E-Mail-Adresse wird nicht veröffentlicht. Erforderliche Felder sind mit * markiert

Nach oben scrollen