Chiang Rai – Chiang Mai

Schon früh am Morgen haben wir einen Entschluss gefasst. Keinen Stress durch sofortige Weiterfahrt nach Chiang Rai, wir bleiben noch eine Nacht in unserem entzückenden Hotel Baan Juma in Chiang Rai, gucken uns gemütlich die Stadt an, kaufen das Busticket für morgen und faulenzen ein bisschen. Sobald die Augen offen waren, bin ich also in die Rezeption gesprungen, um unser Zimmer zu verlängern. Fehlanzeige! Das Haus mit den acht Zimmern ist total ausgebucht. Sollten wir jemals wieder in Chiang Rai auflaufen, buchen wir hier auch ganz rechtzeitig. Der Sohn der Hauses bietet uns noch an, uns woanders unterzubringen, aber irgendwie ist die Luft nun raus. Der VIP-Bus von Green Bus, über den wir nur Gutes gelesen haben, fährt um 12:45, also los zum Busbahnhof. Nächste Fehlanzeige – ausgebucht. Der nächste startet um 15:15, also nehmen wir den. Zeit, sich auch um ein Hotel zu kümmern. Wir entscheiden uns für ein Apartment namens Sukhorn Residence und buchen vier Nächte. Nicht direkt im Zentrum, aber groß, wie es scheint.

Was nun? Ich wollte doch so gern den weißen Tempel sehen. Der liegt zwar ungefähr 15 Kilometer außerhalb der Stadt, aber… Der Sohn des Hauses rät zu einem Taxi, das dann auf uns wartet, schnell zurück zum Hotel kommt wg des Gepäcks und uns rechtzeitig beim Busbahnhof abliefert. Dieser ungefähr 30 Jahre alte Mann ist ausgesprochen nett, spricht super Englisch: Er hat 10 Jahre in London gelebt, dort in Küchen und Restaurants gearbeitet. Vor 13, 14 Monaten hat er sich dann entschlossen, nach Hause zu kommen, um seiner Familie mit dem Hotel zu helfen. Am Anfang, erzählt er, war es für ihn der reine Kulturschock. Nichts funktioniert wie es soll, niemand arbeitet wie in England. Und hier sollte er nun den Rest seines Lebens verbringen? Mit seinen Eltern in einem 8-Zimmer-Hotel in Chiang Rai ? Inzwischen kann er sich nichts anderes mehr vorstellen. Der Weg zu dieser Wandlung führte über einen vierwöchigen Aufenthalt in einem Kloster. So bekommst du dein Leben immer in den Griff, berichtet er. Natürlich waren die buddhistischen Regeln und Zeremonien in der ersten Woche schwierig, aber als seine Eltern ihn nach vier Wochen abholten, habe er den ganzen Weg zurück nach Chiang Rai geweint. Er wäre am liebsten Mönch geblieben. Für immer. Aber natürlich haben die Eltern immer Vorrang.

Nun organisiert er uns die Tour zum weißen Tempel, der durch ein Erdbeben im Mai 2014 erheblich beschädigt wurde. Insgesamt ein erstaunliches Bauwerk. Einzigartig, weil schneeweiß und durch Millionen aufgeklebte Spiegelchen funkelnd wie ein Diamant, aber auch kitschig, dass es einem den Atem verschlägt. Auf jeden Fall einen Besuch wert.

Pünktlich sitzen wir später im Bus, fahren drei Stunden lang durch Dschungel und Felder, über Berge und durch Ebenen. Wie immer ist es um sechs stockdunkel, aber bis dahin ist die Fahrt spannend, weil wir viel sehen. Angekommen in Chiang Mai ist das erste Tuktuk unser, wir fahren in die Residenz – und sind überwältigt. Über 70 qm groß. Wohnzimmer, Schlafzimmer, zwei Bäder, Küche, Balkon, Pool vor der Tür. Und das wifi funktioniert auch. Trotzdem verlassen wir unser Schloß sofort. Hunger und Durst! Am nahen Fluss finden wir einen schönen Laden mit Terrasse und Live Music, schlürfen ein Bier, essen Fisch und Huhn mit Reis, sind aber zu nichts mehr in der Lage. Morgen gucken wir mal, was sich hier so tut. Heute wird nur noch geschlafen.

Chang Rai – Chang Mai

A la mañana pensamos, que no tenemos que viajar hoy hasta Chang Mai y tal vez es mejor quedarse un día más en nuestro hotel Baan Juma que es tan cómodo, mirar tranquilos la ciudad, comprar los tickets para el bus  y no hacer nada. Birgit se fue a la recepción a preguntar si podíamos quedarnos un día más. Primera decepción, el hotel que tiene sólo 8 habitaciones, está todo ocupado. El hijo del hotelero se ofrece para ayudarnos a ubicar otro hotel, pero nuestra idea perdió ganas y decidimos como estaba planeado primeramente, irnos a Chang Mai.
Si alguna vez volvemos a Chang Rai, no dudaríamos en reservar nuevamente en este hotel.
El VIP Green Bus,que habíamos leído es muy bueno, sale a las 12:45, rápidamente nos vamos hasta la terminal de buses que está muy cerca. Segunda decepción, esta completo, el próximo sale a las 15:15 y para el compramos los tickets. Luego en el hotel aprovechando que el wifi es tan rápido, buscamos y reservamos nuestro hotel en Chang Mai. Es en realidad un Aparthotel se llama Sukhorn Residence, no está muy lejos del centro, reservamos 4 noches en el.
Eran cerca de las 11 de la mañana, que hacíamos todas esas horas? Birgit siempre quiso visítalo el Templo Blanco que está en las afueras de la ciudad a 15 kilómetros. El hijo del hotelero nos aconseja tomar un taxi, que nos lleva hasta allí, nos espera una hora y luego nos trae de vuelta al hotel para buscar el equipaje y nos lleva hasta la estación de buses a tiempo para tomar el bus.
El hijo del hotelero tendrá cerca de 30 años y habla muy bien inglés, vivió más de diez años en Londres, trabajo en bares y restaurantes y hace 13 o 14  meses, decidió volver para ayudar a los padres con el hotel. Al principio nos contaba, fue para el un choque cultural, nada funcionaba, nadie trabajaba como en Inglaterra, y aquí tenía el que pasar el resto de su vida? Con sus padres en un hotel de 8 habitaciones en Chang Rai? Mientras tanto ahora, el no se puede imaginar otra cosa. El camino para ese cambio fue la estadía por 4 semanas en un monasterio budista. Así podes controlar tu vida, dice el. Por supuesto al principio fue difícil con las reglas y las ceremonias de los budistas, pero cuando sus padres lo fueron a buscar después de 4 semanas, todo el camino de regreso a Chang Rai se la paso llorando. El hubiese preferido quedarse como monje, pero los padres tenían prioridad para el.
El Templo Blanco no es viejo, se construyó hace algunos años y en mayo pasado luego de un terremoto quedo bastante dañado. Es un edificio fascinante y único , totalmente blanco como nieve y por el efecto de millones de espejitos, brilla como un diamante. Valió la pena venir a verlo.
Puntualmente estuvimos sentados en nuestro bus y viajamos 3 horas por selvas, campos y montañas. Como siempre a las 6 de la tarde ya estaba oscuro, pero hasta allí el viaje fue emocionante porque pudimos ver mucho.
Apenas llegamos a Chang Mai el primer tuk tuk que encontramos es nuestro y viajamos a nuestro hotel. El departamento nos asombró, 70 metros cuadrados, living, dormitorio, 2 baños, cocina, balcón y pool casi en la puerta. Y el wifi funciona también. Igualmente dejamos nuestro castillo y nos vamos a un restaurante que está cerca, tenemos hambre y sed. En la terraza del restaurante con música en vivo, comemos pollo y pescado con arroz y cerveza. Mañana veremos que podemos ver en la ciudad.

2 Kommentare zu „Chiang Rai – Chiang Mai“

  1. Der Tempel sieht ja traumhaft aus! Was für eine tolle Reise- einiges erinnert mich doch auch sehr an Indien. Hoffe dein Husen geht endlich weg. Dicken Knuuutsch vom Schippi

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