Alles mit der Ruhe

Heute ist die Luftfeuchtigkeit fast unerträglich. Bei 30 Grad läuft einem das Wasser aus allen Poren. Das hält uns aber nicht davon ab, auf einen Markt zu gehen – zum Glück! Diese Märkte sind einfach unwiderstehlich. Und auf diesem tobt das Leben richtig. Weit und breit natürlich keine einzige Langnase in Sicht, dafür viele freundliche Menschen, die sich ganz offensichtlich darüber wundern, dass es uns hierher verschlagen hat. Weder kaufen wir frischen Fisch noch Fleisch, kein Gemüse und kein Obst, und auch die Haushaltswaren interessieren und sichtlich nicht. Komische Leute 🙂 Aber wir lächeln uns an und drängen mit allen anderen durch die extrem engen Gänge des Marktes, auf denen sich auch noch ein paar Verkäuferinnen niedergelassen haben.

 

Das Wetter droht minütlich zu kippen, immer wieder tröpfelt es. Aber vom Markt wollen wir unbedingt zu einer Kathedrale, die wir vom Fenster unseres Zimmers aus gesehen haben. Also quälen wir und weiter und weiter, bis wir endlich davor stehen. Hässliches Ding, eine moderne Version von Notre Dame, das hätten wir und schenken können. Aber andererseits wären uns dann auch viele andere Anblicke entgangen. Es ist also alles gut. Und heiß. Und feucht. Kurz vor dem nächsten Guss schnappen wir uns ein Taxi.

 

Im Hotel bekommen wir dann auch unsere Zugfahrkarten für morgen, die zu kaufen sie gestern verschusselt haben. 150 000 Dong kosten die beiden Tickets nach Danang, das sind rund 6 Euro. Das gleiche zahlen wir noch mal für die Beschaffung. Es ist zu heiß, sich an den Kopf zu fassen… Deshalb sind wir Minuten später im Pool, der wieder uns allein gehört. Wir teilen ihn nur mit dem Regen, aber etwas später scheint dann auch die Sonne wieder. Wir lassen es heute mal ganz, ganz ruhig angehen und planen erst einmal nichts…

Hoy tranquilos…esta agobiante

Hoy nos despertamos temprano, como es nuestra costumbre y decidimos no dar vueltas e ir también temprano a desayunar.
Antes pasamos por la recepción par preguntar si ya compraron los tickets para el tren de mañana a Da Nang, y con cara de extrañados nos contestan que no estaban comprados todavía y los comprarían hoy temprano y a las 11 los podíamos buscar. Con cara paciente aceptamos y nos fuimos a desayunar. El salón o comedor para desayunar estaba completamente a nuestra disposición, no había prácticamente turistas.
Más tarde decidimos que podíamos ver una catedral con el nombre homónimo de Notre Dame que está marcada en el mapa y antes pasar por un mercado llamado An Cuu, también indicado en el mismo.
Desde nuestra ventana veíamos la catedral con sus dos torres similares a la original de París.
Caminando con mucho calor y más humedad, llegamos rápidamente al mercado, hasta ahora el mejor que hemos visto el Vietnam por su autenticidad, donde compran exclusivamente los habitantes de Hue, sin ver a un solo turista deambulando por el mismo. Fantástico nos repetimos una y otra vez, el mercado estaba hoy, pero se vería igual hace 50 u 80 años. Nos escurrimos a través de la gente sacando fotos o simplemente mirando, muchos son muy simpáticos y se alegran o extrañan de vernos allí y nos saludan. Seguimos caminando luego al costado del río Kenh Phu Cam que está a un extremo del mercado. Hue esta rodeada por ríos o brazos del Rio del Perfume. Hasta la catedral…creemos,  no son más de 600 metros, pero cuando llegamos vemos una iglesia muy grande o catedral, pero no es la que vemos desde nuestra ventana en el hotel, que tiene las torres, como la de París. Pensamos que está más adelante y seguimos caminando por una avenida cerca de 800 metros más. Ahí nos damos cuenta que la catedral no puede estar más adelante y volvemos el último recorrido hasta donde estaba la otra iglesia grande. En ese momento nos damos cuenta mirando el mapa, que cometimos un error y efectivamente esa es la catedral de Notre Dame, sólo que no es absolutamente parecida a la de París y la que tiene dos torres y veíamos desde la habitación es otra catedral del otro lado del río, que se llama Phu Cam.
Muertos de calor  con 30 grados y humedad de 95% no tenemos más ganas de seguir hasta esa catedral. Pero para volver al hotel es un poco temprano, la habitación no debe de estar terminada. Conclusión, vamos a visitarla y caminamos dos km. mas bañados en sudor.
Cuando llegamos, estamos decepcionados 🙁 🙁 la  catedral es fea y nada especial que valga lo que hemos caminado.
No tenemos otro pensamiento, solo llegar rápidamente a la piscina del hotel y eso hicimos.
Antes recogimos los tickets en el lobby del hotel y mañana a las 10:27 salimos para Da Nang

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