Texto en español🇦🇷
Zwei Stunden vor Abflug nach Kuala Lumpur sollen wir am Flughafen sein. Das halten wir zwar fĂĽr etwas ĂĽbertrieben, aber letztlich ist es egal, ob wir im Hotel oder am Airport warten.
Die Ausreise aus China gestaltet sich allerdings wesentlich umständlicher als erwartet.Wir hängen extrem lange am Gepäck-Check fest, müssen die mühsam verschlossenen Koffer immer wieder öffnen und schließen. Drei-, viermal gehen sie durch den Scanner, bevor die Übeltäter endlich gefunden sind.
Ein Feuerzeug wird eingezogen, Ersatzakkus füt die Kameras müssen ins Handgepäck. Das dauert alles! Aber man muss sagen: die Chinesen waren wieder einmal sehr freundlich und hilfsbereit.
Letztlich warten wir am Gate 144 (!) am neuen Terminal 2 keine zehn Minuten, bis der check-in unseres China Southern Fluges nach Malaysia beginnt.
Viereinhalb Stunden sind wir von Guangzhou nach KL unterwegs. Vietnam und Kambodscha sehen wir von oben, dann schlieĂźt sich die Wolkendecke ĂĽber Malaysia. Als wir endlich landen, regnet es in Strömen…
Die Einreiseformalitäten gehen schnell, nachdem wir die Immigration ein Gebäude weiter mit einem Zubringerzug erreicht haben. Sogar unsere beiden Köfferchen haben es nach Malaysia geschafft. Noch bevor es durch den Zoll geht, steckt in unserem Reisephone schon eine neue Sim card: für 30 Ringgit, ungefähr vier Euro, sind wir 7 Tage mit 5 gb online. Das geht hier wirklich fix.
Kuala Lumpur liegt ungefähr 70 Kilometer vom Flughafen entfernt. NatĂĽrlich gibt es wieder mehrere Möglichkeiten, in die Stadt zu kommen; Luxus-Chauffeur, Taxi, Airportzug plus Taxi in der Stadt, Bummelbus. Wir kaufen fĂĽr 18 Euro einen Coupon fĂĽrs Taxi am Schalter und lassen uns in 90 Minuten vor die TĂĽr fahren. Allerdings hätte mich fast jemand ĂĽberfahren, weil ich ganz vergessen hatte, dass in Malaysia ja Linksverkehr herrscht. Ist ja aber noch mal gut gegangen…
Inzwischen ist es auch schon dunkel in der Stadt. Wir checken im Avila Trillion ein, freuen uns über ein großes Apartment mit Blick auf einen der Petronas Towers, der aus unserer Sicht seinen Brider verdeckt. Die Bude ist für 60 Euro extrem luxuriös! Wir werfen noch einen kurzen Blick auf den großen Pool, müssen uns dann aber auch ein bisschen beeilen: der Supermarkt in der Mall nebenan macht um zehn zu.
Die Mall ist sehr westlich orientiert. Wir finden im Supermarkt sogar Serrano-Schinken. Weil der vom Schwein ist, wird der extra von einem Wachmann gescannt und in eine TĂĽte gepackt.
Klar, in Malaysia ist der Islam Staatsreligion – da ist Schwein eigentlich tabu. Wir tragen unsere Einkäufe bei immer noch 30 Grad und einer Luftfeuchtigkeit von ĂĽber 80 Prozent in unser Apartment im 13. Stock und beschlieĂźen den Tag mit einem klassischen Abendbrot.
Dos horas antes de la salida a Kuala Lumpur debemos estar en el aeropuerto. Creemos que eso es un poco exagerado, pero al final no importa si esperamos en el hotel o en el aeropuerto.
La salida de China, sin embargo, es mucho más complicada de lo que esperábamos: estamos en el control de equipajes durante mucho tiempo y tenemos que abrir y cerrar las maletas una y otra vez. Tres o cuatro veces pasan por el escáner antes de que los cosas que veĂan sean finalmente encontradas.
Un encendedor es confiscado, las baterĂas de repuesto para las cámaras deben ser transportadas en el equipaje de mano. ¡Todo esto llevará tiempo! Pero tenemos que decir: los chinos fueron una vez más muy amigables y serviciales.
Finalmente, esperamos en la puerta 144 (!) de la nueva Terminal 2 durante menos de diez minutos hasta que comienza el check-in de nuestro vuelo de China Southern a Malasia.
Cuatro horas y media de Guangzhou a KL. Vemos Vietnam y Camboya desde arriba, luego se cierra la nubosidad sobre Malasia. Cuando finalmente aterrizamos, está lloviendo a cántaros….
Las formalidades de entrada se realizan rápidamente despuĂ©s de haber llegado al edificio de inmigraciĂłn con un tren de enlace del aeropuerto . Incluso nuestras dos maletas llegaron a Malasia. Antes de pasar por la aduana, ya tenemos una nueva tarjeta Sim en nuestro telĂ©fono de viaje: por 30 Ringgit, unos cuatro euros, estamos en lĂnea durante 7 dĂas con 5 gigas Es muy rápido aquĂ.
Kuala Lumpur está a unos 70 kilĂłmetros del aeropuerto. Por supuesto, hay varias maneras de llegar a la ciudad: chofer de lujo, taxi, tren del aeropuerto más taxi en la ciudad, autobĂşs lento. Por 18 euros compramos un cupĂłn para el taxi en el mostrador y nos dejamos llevar hasta la puerta de nuestro departamento en 90 minutos. Pero alguien casi me atropella porque habĂa olvidado que en Malasia hay tráfico por la izquierda. Pero saliĂł bien de nuevo….
Mientras tanto ya está oscuro en la ciudad. Nos registramos en Ariva Trillón, estamos contentos con un gran apartamento con vista a una de las Torres Petronas, que desde nuestro punto de vista esconde a su Novia. El departamento es extremadamente lujoso por 60 euros! Echamos un vistazo a la piscina grande, pero luego tenemos que apurarnos un poco: el supermercado en el centro comercial de al lado cierra a las diez.
El centro comercial tiene una orientaciĂłn muy occidental. Incluso podemos encontrar jamĂłn serrano en el supermercado. Debido a que es del cerdo, es escaneado por un guardia de seguridad y puesto en una bolsa.
Claro, en Malasia el Islam es la religiĂłn del estado – los cerdos son en realidad tabĂş aquĂ. Llevamos nuestras compras con 30 grados y una humedad de más del 80 por ciento a nuestro apartamento en el piso 13 y terminamos el dĂa con una cena clásica.