Wir müssen uns kneifen, um zu glauben, dass wir jetzt wirklich am strahlend weißen Puderzucker-Strand am Golf von Mexiko sind. The Emerald Coast heißt dieses Stück des Panhandles von Florida. Und wir genießen den Blick auf smaragdblaues Wasser (einmal haben wir aus Versehen türkisfarbene Dächer angeschwärmt, bis auch wir Blindfische es gemerkt haben).
Gestern noch in New Orleans gefrühstückt, die Horrornacht in diesem Rattenloch von Hotel in Pensacola – und jetzt das. Panama City Florida. Berüchtigt wegen der wilden Spring Breaks, nun aber in der Hand von Mutti.
Heute wird ja nicht nur in den USA Muttertag gefeiert, hier aber extrem, finde ich. Sogar die Tante an der Rezeption des Magnuson Hotels wünscht mir einen schönen Muttertag, obwohl ich mich nicht sooooooo freundlich über den Zustand der Lausebude beschwert habe. Da es selbstverständlich dort auch kein Frühstück mehr gibt, scheren wir ins nächste Waffle House aus. Zwei Eier over easy, ham, Toast, wirklich weder Grits noch oatmeal noch Kartoffeln. Das ist ja eigentlich ein Mittelding zwischen Diner und Imbissbude, aber rappelvoll: Alle wollen Mutti was bieten 🙂
Entsprechend voll ist auch der Highway zu den Stränden. Wir haben keine Lust auf Staus, deshalb schenken wir uns Pensacola Beach und fahren weiter auf der 98 nach Fort Walton Beach. Hier soll es besonders viele Delfine geben. Mag ja sein, vor allem aber gibt es besonders viele Menschen. Wir fragen mal in einem der zahlreichen Condos nach einem Zimmer, aber weniger der Preis von 200 Dollar die Nacht, vielmehr die Dekoration der Apartments ziehen einen schnellen Strich unter dieses Abenteuer. Gelsenkirchener Barock goes America… Währenddessen ich noch greine und fürchte, dass es hier nur Rattenbuden gibt, ist Juan ganz pragmatisch in ein Couponheft (!) vertieft und findet das Beachcomber am Rand von Panama City Beach. Also weiter…
Das Hotel ist sechsstöckig und liegt direkt am weißen Strand. Wir erkundigen uns mit dem Couponheft unterm Arm nach den Konditionen für vier Nächte, denn wir wollen ein bisschen Urlaub vom Reisen machen. Der Preis, den die uns machen, ist noch besser: drei Nächte Zahlen, vier bleiben. 100 pro Nacht ist günstig zu dieser Zeit an diesen Stränden. Vorsichtshalber sehen wir uns das Zimmer an, bevor wir buchen. Das Apartment liegt im 4., ist geräumig mit einem Schlaf- und einem Wohnzimmer, voll eingerichteter Küche und großem Bad. Wir haben sogar zwei Fetnseher, können also gucken, was wir wollen… Den Ausschlag gibt allerdings der Balkon direkt zum Meer. Hier wollen wir sitzen. Weißwein trinken, Pelikane und Delfine bei großartigen Sonnenuntergängen beobachten.
Schnell noch den Kühlschrank im Supermarkt auffüllen: Wynn Dixie ist fast gegenüber. Nach dem ersten Festmachschluck auf dem Balkon schwimmen wir in Pool und Meer. Hach, wie isses nur schön!
Dinner gibt es zu Hause: Grillhuhn, Salat, Baguette und den bereits erwähnten Weißwein.
So. Nun müssen wir der Sonne mal dabei helfen, bildschön im Golf zu versinken. Derweil verflüchtigt sich der gute kalifornische Wein zum Abendessen. Naja. Wynn Dixie gegenüber 🙂 Wir genießen den Ort und freuen uns auf ein paar autofreie Strandtage
Panama City Beach – Emerald Coast
Hoy se festeja el día de la madre en USA, aquí, en una forma extrema. Inclusive la mujer que atiende en la recepción del Magnuson Hotel, le deseo a Birgit, hoy a la mañana en el check out, buen día de la madre, a pesar, de que Birgit no fue muy cordial con ella y le reclamo por todo lo faltante y trucho de la habitación que nos había dado.
Como por supuesto, tampoco había en ese hotel desayuno, apenas salimos con el auto, estacionamos en un Waffle House, donde sirven siempre desayunos y nos pedimos, dos huevos fritos, jamón, tostadas, con la recomendación, no papás saltadas y no porotos negros, como es normal para cualquier norteamericano. El local está repleto, todos traen algún regalo para mami 🙂
Llena estaba también, la carretera, todos quieren ir ese domingo a la playa. Por eso, a pesar que queríamos conocerla, evitamos la Pensacola Beach, porque no queremos entrar en embotellamientos. Tomamos la 98 en dirección de Fort Walton Beach, aquí dicen suelen verse muchos delfines. Puede ser?, pero lo que hay es mucha gente. La playa es linda y hay condominios que alquilan departamentos. Decidimos preguntar precio y disponibilidad. Departamentos tienen, pero el precio de 200 dólares nos parece mucho y además la decoración que tienen es horrible.
Yo no me doy por vencido y mirando un prospecto con cupones, con fotos, encuentro un hotel llamado Beachcomber, al borde de Panama City Beach y decidimos seguir hasta allí.
El hotel tiene 6 pisos y esta directamente a la playa con arena blanca. Preguntamos con el cupón bajo el brazo, por las condiciones para estar allí 4 días, queremos descansar de tanto viaje 🙂
El precio que nos hacen es mejor al que tendríamos con los cupones de rebaja, pagamos tres noches, a 100 dólares y nos podemos quedar cuatro, nos parece un buen precio por la época y la playa. Por las dudas pedimos antes, para verlo. El departamento esta en el cuarto piso, tiene un dormitorio, un living comedor, cocina, con todo lo necesario para cocinar y un baño completo, además tiene dos televisores y lo mejor un balcón directamente al mar. Aquí queremos sentarnos con una copa de vino blanco, mirar delfines y pelicanos y ver las formidables puestas de sol 🙂
Rápidamente nos vamos hasta el supermercado Wynn Dixie, que está prácticamente enfrente y llenamos la heladera.
Luego de nuestro primer vinito en el balcón, nos vamos a la piscina en la planta baja y al mar.
Gracias al supermercado , hoy a la noche se come en casa, pollo asado, ensalada, pan baguette y por supuesto el vino blanco 🙂
Al fin llegamos a donde queríamos, las playas blancas de arena bien fina sobre el Golfo de México. The Emerald Coast se llama esta parte de Florida, donde el agua tiene un fantástico color azul esmeralda. Aquí queremos disfrutar de la playa y un par de días sin manejar auto.
Arena blanca…sol…playa… y vino blanco. Que mas se puede pedir!! Besos desdde Argentina Nublado…Frio…humedo…Ja..Ja!