Shanghai – Das alte Herz der Stadt

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Texto en español🇦🇷
Es ist mit 20 Grad nicht sonderlich warm in Shanghai, aber der Smog drückt auf die Atemwege und ein bisschen auch aufs Gemüt.

 

Wir haben keineswegs vor, uns dadurch den Tag vermiesen zu lassen und machen uns mit der Metro vom People‘s Square auf die Weg Richtung südlicher Bund. In der Nähe des Yulan Garden wandern wir zunächst durch einen Park, stoßen kurz darauf auf ein ausgesprochen auf Tourismus ausgelegtes “typisches Chinesenviertel”. Das kennen wir schon von einer anderen Reise. Was sich im Vergleich dazu verändert hat? Es ist heute nicht ganz so voll. Aber ansonsten wie immer: Souvenirläden, Pagodendächer, Nudelhersteller – die ganze Palette. Touristen werden gleich busweise angekarrt und finden das alles großartig.

 

Wir mal wieder nicht, weshalb wir uns in die Seitenstraßen absetzen. Das ist es, was wir gesucht haben. So ähnlich wie die lane houses, in denen Christian wohnt, aber noch viel ausgedehnter. Wir schlendern durch die Gassen, lächeln sprachlos mit uralten Zahnlosen, freuen uns an der Wäsche, die uns auf den Kopf tropft. Ja, das wollten wir atmen und das ist ganz prima hier! Bemüht, den Anwohnern nicht zu nahe zu treten, werden wir von lächelnden Menschen begleitet. Sehr schön!

 

Irgendwann landen wir wieder in der zeitgenössischen Wirklichkeit auf dem Bund, gucken uns die Skyline von Pudong an, sitzen auf einem Bänkchen und freuen uns, in Shanghai zu sein. Vielleicht kommen wir heute abend zum Farbenspiel zurück, vielleicht auch nicht.

 

Auf der Promenade des Bund ist viel los, aber genau so muss es ja auch sein. Beim Peace Hotel biegen wir in die Nanjing Road ein, tauchen aber für einen Moment ein in das elegante Ambiente des berühmten Hotels. Es ist so schön! Der Jugendstil-Mix mit Art déco, die gut ausgebildeten Boys… Filme wurden hier gedreht, große Leidenschaften gelebt, Katastrophen durchgestanden. Trotz der umfangreichen Renovierungen lebt hier die Geschichte eines ganzen Jahrhunderts weiter. Zum Glück ist die berühmte Jazz Bar, die auch unsere Winsener so lieben, noch geschlossen, sonst würden wir hier einfach versacken.

 

Stattdessen marschieren wir die Fußgängerzone entlang und landen wieder in unserem putzigen Straßencafé. Großartig, was für Gesichter filmreif an uns vorbeiziehen. Wir genießen es, einfach nur zu gucken.

 

Auf dem Rückweg ins Hotel verlassen wir die glamouröse Nanjing Road und sind sofort wieder im alten China. Hier ist auch weit und breit kein Westler mehr zu sehen – nur wenige hundert Meter von der Nanjing entfernt!

 

Natürlich kündigen unsere Füße wieder mal einen Streik an. Also gönnen wir ihnen und uns eine kleine Auszeit im Apartment. Nichts zu tun ist auch mal sehr schön. Langsam wird es Zeit, nach all der Reiserei ein bisschen Urlaub zu machen …

 

No hace mucho calor en Shanghai con 20 grados, pero el smog presiona las vías respiratorias y un poco la mente.

No tenemos intención de perder el día y tomamos el metro desde la estación People‘s Square en dirección The Bund pero la parte sur. Cerca del Jardín de Yulan primero caminamos a través de un parque, poco después nos encontramos con un „barrio típico chino“ que está muy bien planeado para el turismo. Lo sabemos porque lo conocemos de otro viaje. ¿Qué ha cambiado en comparación? No hay tanta gente hoy. Pero por lo demás, como siempre: tiendas de souvenirs, techos de pagodas, fabricantes de pasta. Los turistas son llevados inmediatamente en autobús y encuentran todo esto muy bueno.

No lo recorreremos de nuevo, por eso vamos a tomar las calles laterales. Lo que encontramos, es lo que estábamos buscando. Similar a los barrios parecidos a donde vive Christian, pero mucho más extensos. Caminamos por los callejones, sonreímos sin palabras a los viejos sin dientes, no nos molesta esquivar la ropa media sucia y lavada que gotea sobre nuestras cabezas. Sí, eso es lo que queríamos respirar, ¡y esto es genial! Nos esforzamos para no ofender a los residentes, porque ellos viven también en la calle y lavan su ropa y vajilla ahí, nos responde casi siempre con una sonrisa. ¡Muy bonito!

En algún momento aterrizamos en The Bund de nuevo, en la realidad contemporánea, miramos la skyline de Pudong, con sus inmensos edificios. Nos sentamos en un banco y estamos felices de estar en Shanghai. Tal vez volvamos esta noche para ver el juego de luces que hay todas las noches sobre los edificios, tal vez no.

Hay mucha gente en The Bund, pero así tiene que ser, así es siempre. En el Hotel Peace doblamos en la Nanjing Road, pero antes entramos al elegante ambiente del famoso hotel. ¡Es tan hermoso! El Art Nouveau se mezcla con el Art Deco. Aquí se rodaron grandes películas, se vivieron grandes pasiones y se sobrevivieron catástrofes. A pesar de las extensas renovaciones, la historia de todo un siglo vive aquí.

Después, marchamos por la zona peatonal y nos sentamos de nuevo en nuestro bonito café con terraza a la calle. Es genial todos los rostros que vemos pasar, imposible sacarles fotos a todos. Disfrutamos sólo mirando.

En el camino de vuelta al hotel dejamos la glamorosa calle peatonal de Nanjing y volvemos inmediatamente a la antigua China con solo hacer unos cientos de metros .Aquí ya no se ve casi ningún occidental.

Por supuesto, nuestros pies están anunciando otra huelga. Así que les daremos a ellos y a nosotros un poco de tiempo libre en el apartamento. Nada que hacer es también alguna vez muy agradable. Poco a poco es hora de tomar unas pequeñas vacaciones después de todo el viaje….😀

 

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