Planlos durch Shanghai

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Texto en español🇦🇷
Manchmal muss es etwas Abwechslung sein, also beschließen wir, außerhalb des Hotels zu frühstücken. Zugegeben: Wir hatten schon bessere Ideen…

 

Das Marriott City Center hat ein hochgelobtes Buffet, aber 30 Euro pro Nase? Das machen wir nicht. Wir lernen auf der Nanjing West noch schöne, traditionelle Hotels wie das Park kennen, aber Frühstück ? Nicht mehr kurz nach zehn an diesem Sonnabend.

 

Die Laune ist schon super und wird auch nicht durch den Besuch im alten YMCA, heute ein Sportmuseum, besser. Dann lockt ein Laden in einer der zahlreichen Malls mit einem Brunch. Wir bestellen ham & eggs, aber das können sie auch nicht.

 

Prada, Hermès, Dior, jede erdenkliche Uhrenmarke – wir schlendern überall vorbei, biegen beim Portman Ritz Carlton aber ab ins richtige chinesische Leben.

Diese kleinen Straßen faszinieren uns, wir können uns kaum satt sehen. Irgendwann stehen wir aber doch wieder im Glitzerleben und springen in die nächste Metro. 

 

Die Station, an der wir aussteigen, ist genauso langweilig wie die Kaufhäuser rundherum. Fast nur zu Fuß und entsprechend erledigt werfen wir im Hotel einen Moment die Schuhe von uns. So schön die Stadt ist – wie jede Megacity ist sie auch anstrengend.

 

Bevor die Sonne untergeht, ziehen wir wieder los. Am Bund 3 kennen wir eine wunderbare Dachterrasse mit Blick über den Huangpu nach Pudong. Nach einem kurzen Spaziergang winken wir ein Taxi heran, das uns vor der Tür absetzt.

 

Die kolonialen Fassaden am Bund sind schon illuminiert, im modernen Pudong auf der anderen Flussseite toben sich Lichtdesigner an den Wolkenkratzern aus. Dazu hätten wir gern einen Gin Tonic, gern einen Bombay Saphire. 

 

Das wird leider nichts, denn in unserer Bar feiert eine geschlossene Gesellschaft. Das ist nun wirklich doof. Das Waldorf Astoria, das quasi nebenan liegt, hat mit seiner Long Bar zwar die längste Theke Ostasiens, aber die befindet sich im Erdgeschoss…

 

Die Menschenmenge, unter die wir uns auf Promenade des Bund mischen, ist unvorstellbar! Zigtausende sind unterwegs, um die großartigen Lichtspiele diesseits und jenseits des Flusses zu bewundern. Ein grandioses Schauspiel!

 

Aber so viel Mensch ist uns fast zu viel. Wohin? Im Peace Hotel spielen gleich die Jazzer auf. Schön, aber kein Blick.

 

Letzte Option: das Peninsula, wohl das erste Haus am Platze. Trotz unseres Reise-Räuberzivils bekommen wir auf der Terrasse im 14. Stock den besten Platz. Das Hotel liegt an einer Biegung des Huangpu. Deshalb gibt es von hier aus den einzigartigen Blick auf beide Ufer des Flusses. Das ist wirklich, wirklich schön!

 

Wir genießen unseren Gin Tonic (Tanqueray – auch nicht schlecht) und gucken und gucken und gucken. Schweren Herzens brechen wir irgendwann auf. Wir haben einen neuen Lieblingsplatz in Shanghai gefunden!

 

Was mittlerweile auf den Straßen los ist, lässt sich kaum in Worte fassen. Die Menschen bewegen sich über die Nanjing Straße, als würden sie Schlange stehen vor einem Fussballstadion. Wir flüchten in unsere Expat-Kneipe, trinken noch ein Bier und teilen eine Pizza. Danach müssen wir unsere Sachen packen, denn morgen früh geht’s weiter in den Süden…

 
A veces hay que hacer cambios, así que decidimos desayunar fuera del hotel. Concedido: Hemos tenido mejores ideas….

El Marriott City Center tiene un buffet muy aclamado, pero 30 euros cada uno? No vamos a hacer eso. En Nanjing West conoceremos hermosos y tradicionales hoteles como el Park, pero el desayuno? No hay después de las 10:00 de este sábado.

El estado de ánimo ya no es bueno y no mejora con la visita a la antigua YMCA(Albergue de la juventud), hoy en día un museo del deporte. Luego, encontramos en un centro comercial un bar restaurante que ofrece un desayuno. Pedimos jamón y huevos fritos, pero tampoco lo saben o pueden hacer bien.

La calle Nanjing West, que es como su nombre lo indica , para el otro lado de la peatonal, tiene negocios de todas las marcas famosas y caras, Prada, Hermès, Dior, etc., además de todas las marcas de relojes imaginables – paseamos por todos lados, pero en el Portman Ritz Carlton Hotel, nos pasamos a la zona de la la vida real china.

Estas pequeñas calles nos fascinan, no nos cansamos de mirarlas o recorrerlas. Cuando terminamos nos sumergimos en el siguiente metro.

La estación donde nos bajamos es tan aburrida como las calles, solo con grandes almacenes. Casi todos los trayectos los hemos hecho a pie. Necesitamos volver al hotel y sacarnos los zapatos por un rato. Por más bella que sea la ciudad, como toda mega ciudad es muy agotadora.

Antes de que se ponga el sol, salimos de nuevo. En Bund 3 conocemos un bar con una maravillosa azotea con vistas de Huangpu a Pudong. Después de una corta caminata le hacemos señas a un taxi que nos deja frente a la puerta.

Las fachadas coloniales del Bund ya están iluminadas, en el moderno Pudong, al otro lado del río, están ya los juegos de luces sobre los rascacielos. Queremos pedir un gin tonic, en esa terraza.

Desafortunadamente, esto no va a suceder, porque en nuestro bar se celebra una fiesta privada y está cerrada al publico. Esto es realmente fastidioso. El Waldorf Astoria, que está casi al lado, tiene el bar más largo del este de Asia con su Long Bar, pero está en la planta baja….no hay vista.

La multitud entre la que nos mezclamos en el paseo del Bund es inimaginable! Miles de personas están en camino para admirar los magníficos espectáculos de luces a ambos lados del río. Un gran espectáculo.

Pero tanto hombre es casi demasiado para nosotros. ¿Adónde vas a ir? El Hotel Peace está a punto de tocar jazz. Hermoso, pero sin mirar.

Última opción que tenemos para ver toda la ciudad desde la altura es en el hotel The Península, probablemente el hotel más prestigioso de la ciudad. A pesar de nuestro atuendo no muy elegante, encontramos una de las mejores ubicaciones en la terraza del piso 14 . El hotel está situado en una curva del río Huangpu. Por lo tanto, desde aquí se tiene una vista única de ambas orillas del río. ¡Eso es muy, muy hermoso!

Disfrutamos de nuestro Gin Tonic y miramos y miramos y miramos. Lamentablemente, en algún momento tenemos que irnos. Hemos encontrado un nuevo lugar favorito en Shanghai!

Lo que está pasando en las calles no se puede expresar con palabras. La gente se mueve por la calle Nanjing como si estuvieran saliendo de un estadio de fútbol. Escapamos a nuestro bar y comemos una pizza con cerveza. Después tenemos que empacar nuestras cosas, porque mañana por la mañana iremos más al sur….

2 Kommentare zu „Planlos durch Shanghai“

  1. Moin!
    Ich hab mich mal durch Eure China-Artikel durchgeklickt und bin ein wenig irritiert: Shopping – Essen – Shopping – Zug- und Taxi-Fahrten – Märkte und Shoppingmalls: Ist das wirklich alles?
    Naja, jeder wie er mag. Aber meins wäre das nicht! Da entgeht einem so viel Schönes, Echtes China…
    LG
    Ulrike

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