Einmal – und nie wieder!

Juan geht es gar nicht gut, Temperatur über 38 Grad, Nase läuft, entsprechend matt. Ab halb vier machen wir Umschläge, versuchen, irgendwie auf die Füße zu kommen. Nicht so einfach: Trotzdem müssen wir in Chiang Mai aufbrechen. Das Beste, was man über den Tag sagen kann: wir hatten eine schöne Limousine, die uns zum Bahnhof gebracht hat.

Da stand schon Zug Nr. 12, Abfahrt 8:50 Chiang Mai , Ankunft Bangkok 20:25. Also fast 12 Stunden in einem richtig fiesen Zug. Jeder zweite Sitz war hin, überall schepperte es und knarzte, rausgucken könnte man auch kaum, weil die Scheiben zu dreckig waren. Für Juan eine dreifache Strapaze. Zwar hat man uns Tee und Wasser gegeben, dazu ein paar Kekse und mittags etwas Reis mit irgendwas, aber die Reise war einfach lausig. Zunächst Stunde um Stunde durch die Berge des Nordens und den Regenwald, dann über eine unendliche Ebene mit Reis- und Weizenfeldern bis nach Bangkok.

In Bangkok angekommen, waren wir von der Klimaanlage im Zug durchgefroren, tauten aber schon auf dem Bahnsteig wieder auf. Harte Verhandlungen mit dem Taxifahrer, für 200 baht (5 Euro) dann letztlich in unserem Apartment Maitria Hotel in der Sukhumvit Soi 18. Zum Glück ist das ganz schön: großes Zimmer mit Sofa, Sessel, Schreibtisch, küchenzeile und tollem Bad. Roomservice für diesen speziellen Tag: Club Sandwich, Pfefferminztee und für mich ein Bier 🙂

Primera vez en ese tren, y la ultima!
Anoche me dormí pensando en el viaje en tren a Bangkok. A las 4:30 de la mañana me desperté, me sentía raro, me tome la fiebre y tenía 38 grados 🙁 mierda!
Pero el tren teníamos que tomarlo igual, trate de bajarme la fiebre con ayuda de Birgit con paños fríos y una aspirina, pero no dio mucho resultado.
Con un taxi y no con un tuk tuk nos fuimos a la estación, nuestro tren estaba parado en el anden y podíamos buscar nuestros lugares, no fue difícil, vagón 3, asientos 11 y 12, el tren de sólo 3 vagones era el peor de los trenes que tomamos en todo el Sudeste Asiático, ruinoso, con asientos reclinables que no funcionaban y partes que se desarmaban en el camino o funcionaban mal. Fotos no pudimos prácticamente tomar, porque los vidrios estaban tan sucios que no tenía sentido. Paró además en todas las estaciones, como el tren lechero que Federico me recomendó hace casi 45 años, viajando por la provincia de Sta. Fe.
Como tenía aire acondicionado, me fui preparado con mi campera y la use todo el viaje. No fue fácil, cuando me senté, en el estado en que estaba y pensé que tenía que estar allí doce horas más. Nos dieron un te miserable, que teníamos que tener balanceando siempre en la mano porque en la mesa se volcaba, un par de galletas rellenas y al medio día una sopa y arroz enlatados, que apenas probamos. El día no pasaba más y mi fiebre siempre entre 38 y 38 y medio.
Al fin a las 20:25 llegamos a Bangkok. Yo pensaba sólo en la cama del hotel, no podía mantenerme en pie. En la estación buscamos un taxi, el chofer de uno se acerca y le decimos hasta donde vamos y si tiene taxímetro, el tiene taxímetro, pero quiere 350 Baht, le decimos que no, el insiste, como yo sólo pensaba en mi cama,le digo.. 200 Bath, el contesta 250, no!.., OK 200. De mala gana nos llevo hasta el hotel. Luego supimos que un viaje normal con taxímetro, no cuesta más de 80 Bath.
Nuestro Maitria Hotel en Sukhumvit Soi 18, es lo que esperábamos y para mi tiene lo principal una linda cama para mi cuerpo enfermo.

Kommentar verfassen

Deine E-Mail-Adresse wird nicht veröffentlicht. Erforderliche Felder sind mit * markiert

Nach oben scrollen