Sie ist, das muss man wirklich sagen, die hübscheste Brasilianerin, die wir bisher getroffen haben. Mit ihrem Partner sitzt sie in unserer Traumbucht im Restaurante Do Vadinho, lacht, spricht mit Händen und Füßen, während wir unseren großartigen Fischlunch vertilgen. Kaum zu glauben: Ab und zu kommt die Sonne heraus und strahlt über der Bucht.
Die schöne Frau lacht und gestikuliert, dreht sich zu uns um und fragt – auf deutsch! – woher wir kommen. Ich meine, nicht richtig zu hören, aber Jucélia strahlt mich an und erzählt, dass sie es halbes Jahr in der Nähe der Insel Fehmarn verbracht habe. Ihr Partner, der sich als Rudi Wiesbauer vorstellt, berichtet, dass seine Freundin mit ihrem Kind in Deutschland gewesen sei. Alles sehr unwirklich, Wir gucken uns an. Mustern den Caipirinha – das ist alles irgendwie wie aus einer anderen Welt.
Auf Spanisch unterhalten wir uns weiter. Die schöne Frau hat ein bed & breakfast in Gremada (jucelIa20@hotmail.com) und ist ganz begeistert davon, uns getroffen zu haben. Die Begeisterung beruht auf Gegenseitigkeit. Mit herzlicher Umarmung verabschieden wir uns voneinander. Rudi und seine schöne Frau fahren nach Hause, Juan Carlos und ich wandern am Strand entlang zu unserer traumhaften Pousada Estrelas no mar. Wir haben ein Zimmer wie aus dem Bilderbuch: Fenster über Eck bis zum Boden, Blick direkt aufs Meer. Ich könnte weinen vor Glück! Hier machen wir nun erst einmal eine Siesta.
Die Pousada gehört Olga. Sie zeigt uns nicht nur unser Heim, sondern auch die Küche, die wir benutzen können. Herd, Kühlschrank, Mikrowelle – alles da. Daneben ein Aufenthaltsraum mit Fernseher, Schachspiel. Sehr, sehr schön, das tollste aber ist ganz klar unser Zimmer mit direktem Blick aufs Meer. 180 reales, also 40 Euro, aber das ist es uns wert, Ein Traum in der Bucht, von der wir geträumt haben ! Richtig, richtig toll!
Llegamos a nuestra linda Bahía en el sur
Cuando nos despertamos, estaba gris y llovía todavía, había llovido toda la noche y el jardín del hotel ya no podía absorber tanta agua. Hoy dejamos el hotel luego de desayunar, cargamos nuestro Grauchen con nuestras cosas y salimos para el sur de la Isla hasta Pantano do Sul, la bahía lindisima y donde habíamos encontrado La Pousada Estrelas no Mar, que por teléfono nos informaron, tenían una habitación para nosotros.
Cuando llegamos llovía todavía, nos atendió Olga la dueña y nos mostró la habitación que tenía, con vista al mar, muy bien arreglada con buen gusto. A Birgit y a mi nos gusto mucho, tenía además una cocina para uso de todos los huéspedes bajando las escaleras afuera. Pero como éramos los únicos huéspedes era en realidad para nosotros solos. Por supuesto la tomamos y nos vamos a quedar aquí tres noches hasta el miércoles.
Olga nos recomendó también el restaurante Do Vadinho, que estaba al final de la bahía y luego de estar un par de horas en nuestra nueva habitación con una vista formidable del mar, nos fuimos a comer. En el restaurante pedimos como era lógico, pescado con ensalada, arroz, papas fritas y salsa como se estila aquí y en todos los restaurantes.
Cuando estamos esperando la comida y tomamos caipirinha, Birgit ve una pareja que esta por entrar al restaurante y me dice , esa es una linda brasileña, era una un poco mulata y de verdad muy linda y llamativa. Entraron en el a restaurante y se sentaron frente a nosotros y de espaldas hacia nuestro lado. Mientras comíamos nosotros charlamos de todo un poco y también sobre ellos. En un determinado momento, la mujer se da vuelta y nos pregunta un poco en alemán y un poco en brasileño, de donde somos, nosotros nos sorprendemos que hablen alemán, porque el también empezó a hablar con nosotros en alemán. Nos ponemos a conversar y le contamos un poco rápidamente nuestra historia y nuestro viaje, el tiene familia alemana y ella estuvo viviendo en Alemania un tiempo, por eso habla un poco. Birgit le pide sacarle una foto y le dice que la encuentra muy linda. Los dos son muy simpáticos, tienen una casita a la orilla del lago que hay en la Isla de Florianopolis y viven normalmente en Gramado cerca de Porto Alegre. El se llama Rudi Wiesbauer, mas alemán no hay😊, tiene una firma donde hacen prótesis y su mujer Jusela tiene un bed & breakfast. Ellos pagan su cuenta y se van después de despedirse muy afectuosamente de nosotros y desearnos buen viaje. Nos tomamos una cerveza mas para hablar de lo que habíamos vivido, porque estábamos un poco sorprendidos de los dos, que hablaban alemán y de haberlos encontrado😄😄. El lugar donde ellos viven, es parte de una ruta romántica y allí viven muchos descendientes de alemanes, hay también ciudades con el nombre Novo Hamburgo o Novo Hartz, esta cerca de Porto Alegre y nosotros lo conoceremos más adelante.