Eigentlich wollten wir am Bahnhof von Titisee nur Brötchen holen, sind dann aber doch noch in den Ort gegangen.
In einem Eckchen, das wir vorher noch nicht bemerkt hatten, geraten wir in den größtmöglichen chinesischen Einkaufstempel. Wir trauen unseren Augen kaum. Das Verkaufspersonal ist überwiegend chinesisch, die Kunden allesamt. Sie schwelgen in Kuckucksuhren, Rimowakoffern, Swarovski-Schmuck, Klamotten von Boss in winzigen Größen, Handtaschen und Bratpfannen. Unvorstellbar, wie viel Kohle an diesem Vormittag über den Ladentisch geht!
Leicht benommen von so viel Konsum laufen wir erstmal durch den Wald nach Hause und frühstücken ganz gemütlich. Temperaturen um 14 Grad und grauer Himmel – wir haben keinen Grund zur Eile und gucken mal, was uns in Frankreich am Atlantik Spaß machen würde.
Am frühen Nachmittag klart es auf, die Sonne kämpft sich durch die dicke Wolkendecke. Also los auf den Golfplatz. Abschiedstournee auf dem Hochschwarzwaldplatz. 1000 Meter Höhe, ständiges Ab und Ab, Sonne, dann wieder kalter Wind- Golf ist ein Sport, kein Rumgetüter…
Als wir mit der Runde durch sind, gibt es wieder mal keine Möglichkeit, in Titisee etwas zu essen: Spätestens halb sieben macht hier alles dicht. Ganz zufällig finden wir ein Kneipchen auf dem Weg nach Neustadt. Die Wirtin brät uns Kartoffeln, dazu Bratwürste und Schnitzel zu Zisch-Bier. Ein bisschen blau fahren wir nach Hause. Packen? Mañana…
En realidad solo queríamos buscar un poco de pan cerca de la estación de tren, pero después fuimos también al centro del pueblo.
En una esquina que antes no habíamos visto, encontramos el templo de compras de los chinos. No podemos creer lo que vemos, todos los vendedores son chinos y por supuesto los clientes también. Los chinos compran de todo en masa y de las marcas más caras que existen, increíble ver cuánto dinero en esa mañana el negocio hizo.
Mareados de ver tanto consumo, volvemos a nuestro departamento caminando a través de un pequeño bosque y tomamos el desayuno muy cómodos.
En este momento tenemos 14 grados y está nublado con cielo muy gris. No tenemos ningún motivo para apurarnos, miramos en el mapa y en internet que nos puede gustar en la costa de Francia al Atlántico.
Cerca del medio día el sol trata de salir a través de las nubes grises. Nos vamos al Golf club, hoy jugamos la última vez en nuestro club en la Selva Negra a 1000 metros de altura, el campo es ondulado y tenemos continuamente que subir y bajar. Golf es un deporte, no sólo pasear.
Cuando terminamos de jugar, ya no hoy posibilidad de comer algo en todo Titisee, a las 6 y media de la tarde ya está todo cerrado. De casualidad encontramos un restaurante abierto en el camino al pueblo vecino Neustadt. La dueña nos preparó unas salchichas, milanesas y tomamos unas buenas cervezas. Medio tomamos volvimos a casa. Hacer el equipaje, lo dejamos para mañana temprano, antes de salir